Hemos visto cómo durante la crisis española el turismo ha superado rachas contra todo pronóstico, llegando a conseguir los mejores índices de atracción de turistas extranjeros de la historia. El problema siguió acentuado en la demanda interna, donde está visto y comprobado que lo de «renovarse o morir» es verdad.
Por esta sencilla razón las TIC están transformando el sector desde hace algunos años. Primero lo hizo desde el punto de vista de la comercialización. El modelo de las agencias de viaje físicas está claramente desfasado, porque el modelo online más que tendencia o moda, pasa a ser un canal ineludible. Según datos aportados por el estudio de mercado «Mobile Travel Report», el año pasado casi el 90% (87 exactamente) de las reservas se hicieron en línea.
Las personas ya no acuden a ser asesoradas a las oficinas de las agencias tanto como antes, más que nada porque los comentarios como por ejemplo los de Tripadvisor, cumplen esa función siendo la fuente de la información otros viajeros que ya probaron ese servicio. De esta manera, las guías turísticas también están de capa caida como modelo de negocio, pues su cuota de influencia es mucho menor y menos efectiva que la opinión y valoración de las masas.
Se ha consumado la forma de comprar y buscar viajes, ahora tenemos un mundo de posibilidades en nuestras manos.Y parece ser que conforme sale al mercado un nuevo dispositivo, éste siempre encaja con el turismo de alguna manera. Hablamos de gafas de realidad virtual, dispositivos wearables, pulseras inteligentes, relojes ineteligentes, cada vez más aplicaciones y funcionabilidades para los smartphones, tablets, phablets (para quien no los sepa aún, un teléfono de más de 5.5″ de pantalla).
Ya es posible llevar tu tarjeta de embarque en el smartwach, en España Iberia o Vueling lo permiten. Y las cadenas hoteleras no se van a quedar atrás: se me ocurre que puedas abrir la puerta de la habitación con tus wearables, pagar todo con sistemas NFC…etc. No sería una locura pensar que nuevos filtros para buscar un viaje próximamente podrían ser, por ejemplo, mostrar sólo «destinos inteligentes» ó «paquete vacacional tech-friendly». Seguramente cuando los millenials estén en la cresta de la sociedad (buenos ingresos y estabilidad) esto será una cosa normal. Desde las administraciones públicas y diferentes organismos ya se está fomentando.
No se nos olvide mencionar otro gran aporte de la tecnología al turismo, la economía colaborativa está funcionando gracias a que todos estamos interconectados a través de las TIC. Los grandes beneficiarios son los particulares y jóvenes viajeros. Pero las empresas tendrán que abrazar este tipo de economía, bajo el velo de la tecnología, ya que en un futuro no muy lejano y si la legislación no se endurece (y moderniza también), los modelos de negocio turísticos tendrán que contemplar a estos actores «Peer to Peer» (p2p), y si un receptivo le ofrece a un emisor alojar a los turistas en la casa de unos amables jubilados que además servirán una cena típica de su tierra, pues no habrá que extrañarse.
El día de mañana habrá que tener integraciones XML que ofrezcan resultados de búsqueda de alojamiento en casas particulares a través de un smartwtach que directamente te transmita las imágenes a las lentillas de realidad aumentada, que también compraste por internet…por cierto.