Hace poco os hicimos un repaso en nuestra sección de noticias de las principales tendencias de viajes de este 2022, como podían ser los nómadas digitales o el turismo sostenible y de naturaleza. En esta entrada os hablamos de otras tendencias que, aunque no están de momento entre las principales, se están posicionando como fuentes de recuperación turística en 2022 y a las que conviene estar atentos. Son el enoturismo y de los viajes sin destino prefijado. Dos tendencias que ya tenían un amplio público en 2019 y que, poco a poco, están volviendo a posicionarse en el mercado y avanzando entre las tendencias con rapidez.
Enoturismo
En el caso del enoturismo, aunque las cifras de 2019 aún quedan lejos, las visitas a bodegas o museos del vino han duplicado sus cifras. Según el Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino elaborado por el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España la cifra ya se sitúa en más de un millón y medio de visitantes, frente a los 800.000 de 2020.
Este turismo tiene un gran impacto económico pues al gasto propio en los museos o bodegas hay que sumar otros gastos en destino como el alojamiento, la restauración, las compras o las actividades. Si dividiésemos el gasto de un viaje de este tipo en tres tramos, dos irán destinados a la visita de museo/bodega y el otro al resto de servicios.
La previsión para este 2022 es bastante positiva, contando además con una mayor oferta dentro de las Bodegas y Museos de Vino, que han pasado de 33 a 36 rutas.
Uno de los puntos fuertes de este turismo es su cercanía y conexión con los espacios rurales. Las escapadas rurales o cercanas a la naturaleza han sido una de las principales tendencias turísticas desde 2020, ofreciendo desconexión y relax ante esta época tan cambiante, además de que en su mayoría son actividades al aire libre.
Viaje sin destino prefijado
Por otro lado, las búsquedas de viajes sin destino prefijado han alcanzado los 5.000 millones de búsquedas para este verano, casi el doble que el verano pasado.
Esta es una parte más dentro de la tendencia generalizada hacía la flexibilización de los viajes en términos de presupuesto, fechas y formas de viajar. Esta flexibilización se está como método de organización de los viajes. Son muchos los usuarios que se decantan por reservar en el último momento y con una planificación más flexible con el objetivo de poder salvar cualquier imprevisto y con el ánimo de dejarse llevar.
Los viajeros se han vuelto más flexibles a raíz de la pandemia, viéndose esta tendencia reforzada por las posibilidades que ofrece el teletrabajo, que permite a muchos usuarios mantener su estabilidad laboral y, al mismo tiempo, viajar continuamente y descubrir nuevos destinos, aprovechando ofertas y precios mejorados.
El estirar al máximo el presupuesto y visitar tantos lugares como sean posibles son otras de las formas imperantes de viajar, en las que se notan las ganas de los usuarios de recuperar el tiempo perdido y disfrutar al máximo ante la incertidumbre del futuro.
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