La Unión de Federaciones de Asociaciones de Agentes de Viajes (UFTAA) ha difundido en su página web un comunicado en el que critica a las aerolíneas y a su asociación (IATA) acusándolas de “distorsionar los precios” de los billetes al realizar un uso abusivo del recargo por combustible
Esta carta está firmada por el administrador ejecutivo de UFTAA, Birger Bäckman. En ella, la organización destaca que desde 2014 el coste del petróleo se ha reducido de los más de 110 dólares (unos 97 euros) por barril hasta los 40 dólares (unos 35 euros) a día de hoy. Además señala que, según fuentes de la propia IATA, el ahorro para las aerolíneas en 2015 por este abaratamiento del combustible rondará los 4.000 millones de dólares (3.535 millones de euros).
La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) también ha venido pidiendo a las compañías una rebaja de los recargos por combustible (la denominada tasa YQ) ante la tendencia descendente registrada por los precios del petróleo. Solicitó a las aerolíneas que reflejen la bajada del combustible en los billetes con la misma rapidez con la que aumentan el recargo cuando el precio del carburante se incrementa.
A pesar de todo, la mayoría de las compañías aéreas siguen cobrando un recargo por combustible que oscila entre los 25 euros y los 450 euros por billete, según datos de las autoridades de consumo.
UFTAA recuerda que el recargo por el carburante (tasa YQ), fue implantado para cubrir los aumentos repentinos e inesperados en el precio del carburante.
Además, la asociación argumenta que el costo del carburante debería incluirse cuanto antes en los costes generales de operación de la compañía pues “ningún avión puede volar sin combustible”, y no como un recargo diferenciado.
No obstante, las líneas aéreas continúan “haciendo un mal uso de manera desvergonzada de esta laguna en los costes y manipulando así la transparencia del precio del billete”, según las palabras de Birger Bäckman (administrador ejecutivo de UFTAA)
Por todo ello, UFTAA denuncia que la “bolsa de impuestos” en los billetes “se ha convertido cada vez más en un vehículo para diversos cargos adicionales no incluidos en la tarifa aérea básica, ya sea para distorsionar la transparencia de los precios o tal vez para servir como un resquicio para la evasión de impuestos”.
El comunicado de la asociación finaliza con un llamamiento general ante este abuso por parte de las aerolíneas y se pregunta “¿durante cuánto tiempo será tolerada esta farsa por parte de los consumidores?”